Al menos 330 muertos y unos 4.000 heridos es el saldo provisional de víctimas del fuerte terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter que asoló anoche (12-11-17) la provincia de Kermanshah, en el oeste de Irán, según los últimos datos oficiales.
Las autoridades iraníes han movilizado a los cuerpos de seguridad para acelerar las tareas de rescate y de retirada de escombros en las poblaciones de Kermanshah más afectadas por el sismo. Ellas participan el Ejército, la Media Luna Roja de Irán, los Guardianes de la Revolución y la fuerza de Voluntarios Islámicos.
A contra reloj se llevan a cabo las operaciones de búsqueda con el propósito de rescatar a posibles supervivientes.