El presidente ecuatoriano Lenín Moreno y su gabinete analizaban el viernes la suerte de un equipo periodístico presuntamente secuestrado por disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia mientras esperan a una delegación colombiana para coordinar una respuesta militar binacional contra ese grupo irregular.
El mandatario ecuatoriano, quien intempestivamente interrumpió su participación en la Cumbre de las Américas en Lima, había dado en la noche del jueves 12 horas de plazo a los disidentes de las FARC para recibir pruebas de vida antes de una reacción contundente por parte de los militares de ambos países.
Visiblemente emocionado y con la voz entrecortada Moreno afirmó que la ausencia del periodista Javier Ortega, de 32 años, el fotógrafo Paúl Rivas, de 45, y del chofer Efraín Segarra, de 60, “podría ser definitiva”.