Francotiradores y “escuadrones de la muerte”, bandas parapoliciales que circulan en motos y autos sin patentes “al servicio” del oficialista Frente Sandinista, están sembrando el terror en Nicaragua desde que comenzaron las protestas contra el régimen de Daniel Ortega, exigiendo su renuncia y la de su esposa, la vice Rosario Murillo. Un informe elaborado por una misión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que visitó Nicaragua entre el 17 al 21 de mayo pasado alertó de posibles ejecuciones extrajudiciales con francotiradores en algunas zonas del país, y “graves violaciones de derechos humanos”.
Sergio Ramírez: “El tiempo de Daniel Ortega ya se acabó”
Y la semana pasada, el disidente sandinista Enrique Sáenz denunció en su blog que, desde que se suspendió el diálogo entre el régimen de Ortega y los manifestantes, auspiciado por la Iglesia Católica, hay “más muertos, heridos, más torturados y más desaparecidos” en varias ciudades que son asoladas “por los escuadrones de la muerte”.
“Por el tipo de armas (que usan) se sospecha que son policías disfrazados de civiles. Y si no son policías, resulta claro que cuentan con protección policial pues se mueven libremente con total impunidad”, acusó Sáenz.
La crisis que comenzó el 17 de abril con protestas por una reforma al Seguro Social se agudizó debido al malestar general por la violenta acción de la Policía y fuerzas paramilitares contra manifestantes desarmados. Según cifras oficiales, 39 personas han muerto desde esa fecha, pero la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA registraba hasta el viernes 97 víctimas fatales, en su mayoría jóvenes estudiantes, con disparos en la cabeza, cuello o tórax. Pero organismos de derechos humanos nicaragüenses ubican esa cifra en 107. Fuente Clarin Mundo
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=LaI-k34xnaA&w=560&h=315]