Gary Lindsey, un hombre de 35 años de Orlando, se atrincheró en un apartamento por casi 24 horas con cuatro niños de 1, 6, 10 y 11 años, dos de él y dos de su novia. Pese a los esfuerzos de la Policía de negociar con él, el hombre acabó matando a tiros a cada uno de los pequeños y luego se suicidó.
La tragedia, que enlutó a Orlando a comienzos de junio, no es un caso aislado, sino el incidente más reciente de una tendencia que parece propagarse por todo el país.
Un estudio reciente llamado La Ruleta Americana, del Violence Policy Center (VPC), una organización sin fines de lucro que estudia la violencia en Estados Unidos, concluyó que 663 personas murieron en Estados Unidos durante los primeros seis meses del 2017, unos 11 casos por semana, en incidentes calificados como “asesinatos-suicidios”.
De esa cifra, la VPC desglosó que 367 personas fueron asesinadas y 296 se suicidaron.
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=LaI-k34xnaA&w=560&h=315]