El sistema migratorio de Estados Unidos ha sido objeto de numerosos cambios durante el gobierno de Donald Trump cuyo objetivo es frenar la inmigración legal y fortalecer las prioridades del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en el cumplimiento y la administración rigurosa de las leyes, según publica El Nuevo Herald.
La implementación de estas normativas corresponde en gran parte al Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) mediante una combinación de reglamentos, memorandos de política pública y cambios operacionales.
“Nuestro objetivo es aplicar la ley de inmigración de la nación de manera efectiva, eficiente y conforme a la legalidad”, dijo la agencia migratoria al compartir recientemente una lista de las 10 reglas que atañen a los inmigrantes legales y endurecen el rigor de sus peticiones de beneficios migratorios.
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