Cuando en marzo de 2018 las autoridades encontraron a la niña, de 19 meses entonces, en una casa a las afueras de Sidney, esta pesaba menos de cinco kilos, no andaba, no tenía dientes y presentaba un evidente estado de retraso y desnutrición como consecuencia de la dieta vegana que le suministraban. Los padres de la bebé, que han eludido la cárcel y hace tiempo que perdieron la custodia de sus tres hijos, han sido condenados por la jueza a 300 horas de servicio comunitario, según publica Yahoo Noticias.

La Policía acudió a la zona para otros asuntos y se encontró allí a la pequeña, que pese a haber cumplido ya el año y medio no aparentaba tener más de tres meses. Además del retraso madurativo y psicomotor que le había provocado una alimentación deficiente basada en una dieta vegana estricta, la niña no estaba vacunada y no había acudido a ninguna revisión médica desde que saliese del hospital nada más nacer, según ha detallado The Guardian.
De la pareja no ha trascendido su identidad y solo se sabe que son veganos, que están en la treintena y que tienen dos hijos más mayores, que no mostraron los problemas de salud que su hermana. Los tres viven desde marzo de 2018 con familiares en la ciudad de Queensland.
El padre pidió una condena menor para él porque aseguraba que entre sus tareas no figuraba la de alimentar a su hija. Un argumento que no fue tenido en cuenta por la jueza. Por su parte, la madre, que argumentó en su defensa una depresión postparto que le hizo mostrar indiferencia ante la situación, ha estado recibiendo apoyo psicológico y ambos han recibido cursos de crianza. Ahora, además, deberán cumplir 18 meses de trabajos comunitarios como pena.