Los viajeros parisinos afrontaban el viernes la angustia de intentar llegar al trabajo luego de que los trabajadores del suburbano se declararon en huelga por los planes de reducir sus privilegios de jubilación bajo la reforma de las pensiones del presidente Emmanuel Macron, según publica Reuters.
Diez de las 16 líneas de metro de París y dos de las principales líneas de trenes regionales estaban totalmente cerradas a medida que avanzaba la hora punta de la mañana, lo que dejaba a los viajeros en apuros para encontrar alternativas para ir a trabajar.
En la Gare Saint-Lazare, en el centro de París, los viajeros se apiñaron de los trenes de la SNCF, de propiedad estatal, antes de detenerse en los andenes para consultar las rutas de los autobuses a través de los teléfonos móviles.
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Largas colas se amontonaban en las paradas de autobús ante atascos del tráfico también en las intersecciones más frecuentadas. En la estación de tren Gare du Nord, la más concurrida de Europa, los viajeros abarrotaban los andenes, junto a largas esperas en las pocas líneas de metro disponibles, con servicio reducido.
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