Algunos demócratas ven con cierta aprensión el regreso de Hillary Clinton a la política con sus explosivas declaraciones en las que dijo que la aspirante a la nominación presidencial demócrata Tulsi Gabbard era “un instrumento de Rusia” y se burló de las relaciones de Donald Trump con líderes extranjeros, según publica AP.
Sus comentarios tuvieron fuerte repercusión y generaron críticas incluso de sus propios correligionarios demócratas. Bernie Sanders, su rival en las primarias del 2016 y quien se postula de nuevo, dijo en Twitter que “la gente puede no estar de acuerdo sobre algo… pero es inaceptable que alguien insinúe que Tulsi es una herramienta al servicio de intereses extranjeros”.
Larry Cohen, prominente integrante del Comité Nacional Demócrata y quien apoya a Sanders, opinó en una entrevista que las declaraciones de Clinton pueden terminar perjudicando al candidato que consiga la nominación. Cohen sostuvo que Clinton, una exprimera dama que fue senadora y secretaria de estado, “dedicó su vida al Partido Demócrata y merece ser escuchada”, pero como veterana de la política debería “apoyar las posturas del partido y no dividir desde adentro”.