Los violentos enfrentamientos entre la policía y los manifestantes en Nueva Delhi protagonizaron hoy la séptima jornada de protestas en la India contra la polémica enmienda legal que otorga la ciudadanía del país a refugiados extranjeros en base a su religión, excluyendo a los musulmanes, publica EFE.
Un día más, las protestas se extendieron por varias ciudades del país, contra una ley aprobada la pasada semana en el Parlamento, e impulsada por el gubernamental partido nacionalista hindú BJP, que regularizará a los inmigrantes procedentes de Afganistán, Pakistán y Bangladesh llegados al país antes de 2014 y pertenecientes a las religiones hindú, sij, budista, jain, parsi y cristiana.
En Nueva Delhi, una manifestación espontánea que pretendía recorrer las calles del populoso barrio de mayoría musulmana de Seelampur se tornó violenta cuando la policía impidió el avance de la marcha y los participantes respondieron lanzando piedras y provocando numerosos destrozos, lo que a su vez causó una carga policial.
Los manifestantes arrojaron piedras a vehículos y prendieron fuego a un pequeño puesto policial y a dos motos del cuerpo de seguridad, que respondió con gases lacrimógenos y golpes con las largas varas que utilizan a modo de porra para dispersar a la multitud.

Un agente de la policía de Delhi que prefirió mantener el anonimato aseguró a Efe que la manifestación se volvió violenta cuando les pidieron que no obstaculizaran la calzada y permitieran el tránsito de vehículos.
“Les dijimos que se dispersaran pacíficamente, pero los manifestantes comenzaron a tirar piedras a la policía y quemaron un puesto policial y dos motocicletas, además de dañar varios coches”, relató, y añadió que varias personas, incluidos algunos agentes, resultaron heridas en el enfrentamiento.
En cambio, uno de los participantes en la protesta, Mumtaz, de 23 años, insistió en que se trató de una marcha “pacífica” que se “salió de control” después de que la policía les impidiera protestar.