La Autoridad de la Competencia de Francia considera en su fallo que las condiciones que Google impone a los anunciantes no son objetivas ni transparentes y las califica de “discriminatorias”, según publica la cadena DW.
El gigante de internet anunció que recurrirá la sanción y aseguró que su política con los anunciantes persigue “proteger” a los internautas de “anuncios abusivos”.
Una opinión que no comparte la Autoridad de la Competencia, para la que “la opacidad y la ausencia de objetividad de esas reglas hacen difícil su aplicación por los anunciantes, mientras Google puede modificarlas de forma difícilmente previsible y decidir en consecuencia si las respetan o no”.
Esta política -añade en su dictamen- perjudica a los clientes anunciantes del motor de búsqueda, pero también a los usuarios.
Además de la multa, el regulador le obliga a publicar la sentencia en su propio motor de búsqueda durante una semana.
Se trata de la tercera mayor multa impuesta por esta instancia regulatoria y la primera contra Google, que con anterioridad ha sido sancionada en Francia por la Comisión Nacional de Informática y Libertades y por los tribunales por cláusulas abusivas.