El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rechazó este miércoles cambiar el nombre de aquellas instalaciones militares que en su día fueron bautizadas en honor a militares confederados y que en los últimos días se han vuelto el centro de una gran controversia al ser considerados por parte de la población como un remanente del pasado racista del país, publica VOA.
“Se ha sugerido que deberíamos renombrar al menos diez de nuestras legendarias bases militares (…). Mi administración no considerará siquiera renombrar estas magníficas y fabulosas instalaciones. Nadie manoseará nuestra historia, la del país más grande del mundo”, señaló la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, a leer directamente un texto firmado por Trump.
En palabras del presidente, estas instalaciones militares se han convertido en parte del “legado” estadounidense y de su “historia de victorias y libertad” y sirvieron para formar a sus “héroes” en diversas guerras.
El texto del mandatario leído por la vocera concluye con un llamamiento claro: “Respetad a nuestro ejército”.