El gobierno chino está tomando medidas draconianas para reducir la tasa de natalidad entre uigures y otras minorías dentro de una gran campaña para reducir su población musulmana, al tiempo que anima a algunos miembros de la mayoría han china a tener más hijos, publica AP.
Aunque varias mujeres habían denunciado antes un control de natalidad forzoso, la práctica está mucho más extendida y es más sistemática de lo que se creía hasta ahora, según una investigación de AP basada en estadísticas del gobierno, documentos estatales y entrevistas con 30 expresos, familiares y un exinstructor de campo de detención.
La campaña de los últimos cuatro años en la región occidental de Xinjiang está provocando lo que algunos expertos describen como “genocidio demográfico”.