La icónica playa de Copacabana en Río de Janeiro amaneció cubierta este sábado de cruces negras y globos rojos para rendir un homenaje a las casi 100.000 víctimas que ha dejado la pandemia de coronavirus en Brasil y protestar por la forma en la que el Gobierno de Jair Bolsonaro ha conducido la crisis sanitaria, publica EFE.
Brasil, el segundo país del mundo más afectado, reportó 1.079 muertes y 50.230 contagios por la COVID-19 en el último día, con lo que el número de víctimas subió hasta los 99.572 y el de casos confirmados se aproxima a los tres millones.
Para homenajear a quienes perdieron la vida por la COVID-19, mil globos inflados con helio fueron esparcidos en la playa más famosa de Brasil y un centenar de ellos permanecieron anclados sobre cruces negras simbolizando a las víctimas que perdieron la vida en su lucha contra el virus.
El tributo, organizado por la ONG Río de Paz, vinculada a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), también fue escenario de protesta por la gestión del Gobierno del líder derechista frente a la pandemia.
De manera pacífica, la manifestación se sintetizó en un cartel de cuatro metros de largo que fue plantado frente a las cruces.