Por primera vez en la isla comunista, el gobierno cubano está considerando permitir la inversión extranjera en pequeñas y medianas empresas privadas, cuando el país atraviesa una profunda recesión y crece el descontento popular.
Tras las críticas y una fría respuesta de los cubanos en el exterior y potenciales inversionistas a la ley actual, la Asamblea Nacional cubana discutirá una propuesta para modificar una ley del sector privado aprobada en agosto para permitir la inversión extranjera directa en pequeñas y medianas empresas recientemente aprobadas.
Según la versión actual de la ley, los empresarios y empresas extranjeros solo pueden asociarse con el estado en empresas mixtas o invertir en proyectos en áreas de interés que el gobierno publica anualmentem publica El Nuevo Herald.
La nueva propuesta fue aprobada durante una reunión del Consejo de Ministros la semana pasada, según informó el diario oficial Granma. Los funcionarios reconocieron que el esfuerzo del país por atraer inversores se ha estancado.
En la reunión, el ministro de Comercio Exterior e Inversiones, Rodrigo Malmierca, dijo que el nivel de inversión del exterior está “muy por debajo de las necesidades del país”.
El ministro ha dicho que el país necesita atraer al menos $2.5 mil millones al año.
El primer ministro de la isla, Manuel Marrero, dijo que el gobierno debe ser más “proactivo” para atraer inversiones, según el reporte de Granma.
El Consejo de Ministros también aprobó una propuesta para permitir que las cooperativas agrícolas se asocien con empresas extranjeras.
La producción agrícola se ha desplomado en los últimos años y la escasez de alimentos se ha vuelto crónica.
Durante décadas, los llamados a mejorar la producción de alimentos se han convertido en una declaración de rutina en las reuniones oficiales.
Aún así, el gobierno se ha resistido a liberalizar la agricultura y permitir que los campesinos vendan sus productos sin límites de precio o cuotas impuestas.
Los agricultores también carecen de los medios para comprar tecnología, herramientas y suministros.
Si la nueva medida es finalmente aprobada por la Asamblea Nacional, permitir la inversión extranjera en el sector agrícola podría impulsar la producción en un momento crítico para la economía cubana.
La Asamblea Nacional por lo general aprueba las decisiones tomadas en el Consejo de Ministros y el Buró Político del Partido Comunista.
El ministro de Economía de Cuba, Alejandro Gil, ha estado tratando de transmitir un mensaje optimista, diciendo que se espera que la economía comience a crecer lentamente el próximo año, luego de una severa contracción en los últimos dos años provocada por la pandemia de coronavirus.
Pero las medidas aprobadas por el Consejo de Ministros sugieren que los funcionarios del sector económico han logrado persuadir a los partidarios de la línea dura de que el país necesita una inyección inmediata de efectivo y que la producción de alimentos necesita una solución urgente.
Los cambios propuestos se producen después de que la población ha mostrado niveles de descontento sin precedentes que estallaron durante las manifestaciones callejeras en julio.
El 15 de noviembre, las autoridades se vieron obligadas a desplegar un gran número de policías y militares para patrullar las calles y frustrar los planes de una marcha de oposición.
Pero incluso si las medidas significan un paso adelante hacia la liberalización de la economía, muchos todavía dudan de que promoverán inversiones significativas.
Los cambios propuestos no alteran la actual ley de inversión extranjera, que muchos expertos y diplomáticos creen que no ofrece suficientes garantías para los inversores.
Por ejemplo, no establece un arbitraje independiente y hay pocas protecciones contra las confiscaciones de la propiedad privada por parte del gobierno.
A lo largo de los años, varios casos de alto perfil de inversionistas extranjeros enviados a la cárcel bajo cargos cuestionables y las incautaciones por parte del gobierno de empresas privadas propiedad de extranjeros y cubanos han enviado un mensaje escalofriante sobre la falta de protección para las empresas.
Diplomáticos extranjeros e inversionistas potenciales han instado al gobierno cubano a modernizar el marco legal aprobado en 2014, pero las declaraciones de Marrero en la reunión sugieren que no se está considerando.
“Cuba dispone de una buena Ley de inversión extranjera, lo que no anda bien es la manera en que nosotros la implementamos”, dijo. En noviembre, Moody’s Investors Service rebajó la capacidad de Cuba para pagar la deuda a la categoría de “casi incumplimiento”.
Moody’s dijo que espera que el perfil crediticio de Cuba siga siendo “muy débil” debido a su escasa liquidez en moneda fuerte, las sanciones de Estados Unidos, la pesada carga de la deuda, la falta de transparencia y los “riesgos sociales”.
“Una población que envejece pesará sobre el potencial de crecimiento y aumentará el gasto público”, dijo el informe.
“La represión gubernamental de las libertades sociales básicas y el deterioro de las condiciones económicas, así como el envejecimiento de la clase dominante, podrían desencadenar disturbios sociales y políticos, especialmente porque el poder se está alejando muy lentamente de los líderes históricos”.
POR NORA GÁMEZ TORRES
Foto: AFP
Vía: El Nuevo Herald