El lunes 13 de diciembre, Emmanuel Macron se reunirá en Budapest con el primer ministro húngaro, Viktor Orban, su adversario en la Unión Europea en el terreno de los valores, pero un potencial aliado en temas como las inversiones, la energía nuclear y la defensa europea, todos ellos en la agenda de la Presidencia francesa.
Este viaje, el primero de un jefe de Estado francés desde 2007, tiene lugar en el marco de una cumbre de los países del grupo de Visegrado que componen Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia.
“Es un adversario político, pero un socio europeo”, ha subrayado este jueves Emmanuel Macron, que completa así su gira por las otras 26 capitales de la UE.
“Sean cuales sean nuestras sensibilidades políticas, sean cuales sean nuestras opciones, debemos trabajar juntos por nuestra Europa”, manifestó el mandatario galo, publica France24;
“Está muy claro que en el tema del Estado de Derecho habrá desacuerdos, pero creo que en los temas de soberanía, en el tema del modelo de crecimiento y en múltiples temas, también puede haber capacidad para encontrar compromisos útiles”, añadió.
Sin embargo, Viktor Orban ha sido citado a menudo por Emmanuel Macron como líder de un bando nacionalista y soberanista en la UE, que se opone al de los ‘eurófilos progresistas’.
Tal y como lo describe Gulliver Cragg, corresponsal de France 24 en Europa del Este, el primer ministro húngaro es realmente “un problema para la Unión Europea y lo ha sido durante varios años por su falta de respeto a los valores democráticos del bloque, la separación de poderes y su control sobre todo el aparato estatal y mediático”.
“También hay muchas instituciones internacionales que ya no clasifican a Hungría como una verdadera democracia. Fue el único país de la UE que no fue invitado a la reciente Cumbre de la Democracia organizada por el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden”, añade nuestro periodista.
Junto con Polonia, Hungría ha adoptado varias leyes que han sido impugnadas en Bruselas, entre ellas un texto que prohíbe la representación de la homosexualidad a los menores de 18 años. Y al igual que Varsovia, desafía la supremacía del derecho europeo sobre el nacional.
En respuesta, la Comisión ha iniciado varios procedimientos contra ellos por socavar el Estado de Derecho y los valores de la UE, en particular un mecanismo de “condicionalidad” para las ayudas de la UE, que bloquea el pago de las subvenciones de recuperación.
“Si Emmanuel Macron quiere ser el portador de una Europa fuerte, Viktor Orban es realmente la antítesis de todo eso. Lo que le gustaría es no tener que respetar realmente los valores del bloque, sino seguir recibiendo fondos del mismo.

Hay otro problema que surge cada vez más cuando hablamos de Hungría, que es la corrupción y la apropiación de fondos europeos por parte de los amigos y familiares de Viktor Orban”, dice Gulliver Cragg.
Pero estas cuestiones “no están necesariamente vinculadas” a los acuerdos que puedan alcanzarse sobre la soberanía digital, el refuerzo de la defensa europea, un presupuesto europeo de inversiones o las alianzas industriales, argumentó la Presidencia francesa.
Los dos líderes ya habían encontrado puntos en común cuando Emmanuel Macron recibió a Viktor Orban en octubre de 2019, en particular sobre la protección de las fronteras y la necesidad de una defensa europea.
El Elíseo asegura, sin embargo, que el presidente francés hablará de los puntos de desacuerdo y que “no tiene la costumbre de esquivar”, mientras que la comunidad LGBT+ húngara le ha pedido que plantee el tema durante su reunión con Viktor Orban, en una carta abierta a la revista francesa Têtu.
“Hay muchos problemas con Hungría y Emmanuel Macron pretende dejarlo bien claro. Cuando llegue a Budapest, visitará primero la tumba de Agnes Heller, que fue una filósofa húngara muy crítica con Viktor Orban.
El Presidente de la República también tiene la intención de reunirse con la oposición húngara, aunque esté aquí un día”, describe Gulliver Cragg.
Se reunirá con Gergely Karacsony, alcalde de Budapest, así como con otros representantes de partidos anti ortodoxos, entre ellos Peter Marki-Zay, único candidato de la oposición que aspira a derrocar al primer ministro húngaro, en el poder desde 2010, en las elecciones parlamentarias de abril de 2022.
Esto le convierte en el líder de la UE que más tiempo lleva en el cargo desde que Angela Merkel lo dejó.
“Señor Macron, la Hungría que va a visitar es, en efecto, un país gobernado por la extrema derecha”, dijo el alcalde de un distrito de Budapest, el sociólogo Gabor Eross, denunciando “la corrupción generalizada, la campaña anti-LGBT+, el fraude electoral, la oligarquización de la economía y la represión masiva de la sociedad civil”.
Al recibir a Emmanuel Macron, después de haber extendido recientemente la alfombra roja a Marine Le Pen y Éric Zemmour, dos figuras de la extrema derecha francesa que se presentan como candidatos a la presidencia, “Viktor Orban puede demostrar su importancia europea” mucho más allá del peso de su país de 9,8 millones de habitantes, explicó a la AFP Eszter Petronella Soos, politólogo húngaro especializado en Francia.
Y en el plano bilateral, “a pesar de las diferencias entre un Emmanuel Macron liberal y un Viktor Orban conservador, hay importantes puntos de cooperación, por ejemplo en materia de política energética entre estos dos partidarios de la energía nuclear”, comenta Daniel Deak, analista pro-Orban del Instituto Húngaro del Siglo XXI.
Foto: Reuters
Vía: France24