El secretario de Justicia de Estados Unidos, Merrick Garland, anunció este jueves la designación de un fiscal especial que estudiará todos los papeles clasificados que se han encontrado en domicilios y oficinas del presidente Joe Biden.
El fiscal especial será Robert Hurt, quien no estará sujeto a la supervisión diaria de ningún funcionario del Departamento de Justicia, pero que deberá cumplir con sus “reglamentos, procedimientos y políticas”, apuntó Garland en una rueda de prensa.
La decisión de Garland parece tomada para alejar las críticas del Partido Republicano, cuyo líder en la Cámara de Representantes, el speaker Kevin McCarthy, avanzó este jueves su intención de poner en marcha una investigación en el Congreso, en el que los suyos andan estrenando mayoría, publica El País.
QUE SE DEN PRISA,
QUE ESE AÑEJO ANCIANO
ESTA PARA POCAS BROMAS
Departamento de Justicia nombra a un fiscal especial para investigar los ‘papeles de Biden’ https://t.co/emBzklrYfp— Belcebú Kirov (@kirov_belcebu) January 12, 2023
Tanto la rapidez en la reacción como la selección de Hur, nombrado en tiempos de Donald Trump y cuyas credenciales conservadoras están fuera de duda, hablan de la urgencia del fiscal general por ahuyentar la sospecha de una diferencia de trato entre este caso y el de los documentos, también protegidos por el “alto secreto”, hallados en la residencia del expresidente en Mar-a-Lago (Florida), en la que irrumpió en agosto el FBI en busca de unos papeles que este se llevó de la Casa Blanca y que se negó a devolver a las autoridades. Garland también nombró entonces un fiscal general, de nombre Jack Smith.
El texto de la Casa Blanca, corto, dejaba muchas incógnitas sin despejar sobre el segundo lote de papeles de Biden.
Por un lado, porque por algo son documentos clasificados. Por otro, porque su Administración no ha querido desvelar cuándo se encontraron ni sobre qué tratan, aunque sea someramente.
La Administración de Biden sí ha dejado claro que, después de que el 2 de noviembre los abogados del presidente hallaran en una oficina en Washington el primer lote de papeles, una decena, también clasificados, estos se lanzaron a peinar otros lugares en busca de más documentos que el líder demócrata pudiera conservar indebidamente.
Está claro que su casa particular en Wilmington, el hogar que venera y donde pasa una considerable cantidad de sus fines de semana, lejos de la Casa Blanca, no es un sitio cualquiera.
En su comparecencia ante la prensa, Garland ofreció más detalles sobre el desarrollo de los acontecimientos en estos dos meses.
Su departamento supo por primera vez de la existencia de esos papeles extraviados el 4 de noviembre, después de que los abogados de Biden los encontraran en una oficina de un laboratorio de análisis de política internacional asociado al político demócrata y llamado Centro Penn Biden para la Diplomacia y el Compromiso Global.
Esas oficinas las usó a título personal durante el tiempo que pasó entre su abandono de la vicepresidencia en 2017 y la campaña que lo llevó a la Casa Blanca en 2020.
Son una decena de ítems, entre los que hay memorandos de los servicios de inteligencia estadounidenses y material sobre relaciones geopolíticas candentes, como las de Washington con Ucrania, Irán o el Reino Unido.
El 9 de noviembre, el FBI abrió una investigación. Poco después, se sumó a las pesquisas un fiscal de Chicago, nombrado en tiempos de Donald Trump, llamado John Lausch. Este fue informado el 20 de diciembre de la existencia del segundo lote de documentos, los encontrados en el garaje de Biden en Wilmington. Tras una investigación preliminar, Lausch aconsejó el 5 de enero a Garland el nombramiento de un fiscal especial.
A preguntas de los periodistas, el presidente defendió en La Casa Blanca este jueves la gestión de los dos hallazgos. En ambos casos, los devolvieron a los Archivos Nacionales, a quienes pertenecen. La ley estadounidense obliga a conservar los registros presidenciales y a que, clasificados o no, sean puestos a disposición de esa institución tras abandonar el cargo.
No hay de momento respuesta a por qué pasaron más de dos meses entre ese primer hallazgo, el dos de noviembre, seis días de unas elecciones legislativas que podrían haber influido, y el momento en el que la opinión pública conoció de su existencia el pasado lunes, gracias a una exclusiva de la CBS.
El hecho de que Biden conservara un segundo lote en su casa particular empeora las comparaciones de su caso con el de Trump, que se llevó una cantidad, muy superior, eso sí, de papeles al dejar la Casa Blanca: eran 325, de los cuales 60 eran clasificados. Trump, además, se negó a entregarlos cuando le fueron requeridos, y el Departamento de Justicia lo está investigando por “obstrucción”.
Más allá de las evidentes diferencias, a Biden le persigue también, visto lo visto, el modo en que (sobre)reaccionó. En una entrevista para el programa 60 Minutes emitida en septiembre pasado, dijo lo siguiente: “¿Cómo es posible que eso ocurra?
¿Cómo alguien puede ser tan irresponsable? [Al saber de la existencia de los papeles de Trump en Mar-a-Lago] pensé: ¿qué datos había ahí que pudieran comprometer las fuentes y los métodos? Me refiero a los nombres de las personas que ayudaron… Sencillamente… es totalmente irresponsable”.
El martes, Biden, de visita oficial en Ciudad de México para verse con su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, habló sobre el primer hallazgo. Se dijo “sorprendido” de enterarse de que había documentos de esa etapa en un armario de una oficina a la que dio uso privado. Aseguró que se toma en serio la información confidencial y que desconoce el contenido de dichos documentos.
“Encontraron unos documentos en una caja, en un armario cerrado, y en cuanto lo hicieron se dieron cuenta de que había varios documentos clasificados en esa caja. E hicieron lo que debían: llamar inmediatamente a los Archivos [Nacionales] y entregárselos.
Me informaron sobre este descubrimiento y me sorprendió saber que hay registros gubernamentales que fueron llevados a esa oficina, pero no sé lo que hay en los documentos”, añadió el presidente estadounidense.
“Mis abogados han entregado las cajas a los Archivos [Nacionales], y estamos cooperando plenamente con la revisión. Espero que termine pronto y [entonces] será el momento de dar más detalles”.
IKER SEISDEDOS
Foto: Getty
Vía: El País