En la Casa Blanca, Gustavo Petro solicitó a Joe Biden eliminar sanciones a Venezuela

El presidente estadounidense Joe Biden conversó el jueves con su homólogo colombiano Gustavo Petro en la Casa Blanca en un contexto de profundas diferencias sobre Venezuela y sobre la política de Estados Unidos contra las drogas, pero con un deseo compartido de profundizar la cooperación con respecto al cambio climático, la migración y la política energética.

En declaraciones a la prensa al iniciar su reunión en la Oficina Oval, ambos gobernantes intentaron mantener el enfoque en las áreas en las que sí están de acuerdo, las cuales incluyen fortalecer sus democracias y construir economías menos dependientes de combustibles que generan carbono.

“Estamos en un mismo río, en un río que nos lleva cada vez más a una mayor democracia y a una mayor libertad”, declaró Petro. “Así que tenemos una agenda común y mucho trabajo por hacer”.

Biden dijo que sus países comparten la meta de construir un hemisferio occidental “unido, igualitario, democrático y económicamente próspero”, publica Los Angeles Times.

“Colombia es clave para el hemisferio”, manifestó.

Ambos incluso bromearon sobre sus edades: Petro cumplió 63 años el miércoles, mientras que Biden, de 80 años, es el presidente de edad más avanzada en la historia de Estados Unidos. Pero su diálogo ante las cámaras versó sobre algunas de las crecientes diferencias entre Washington y Bogotá.

Petro ha criticado duramente las iniciativas encabezadas por Estados Unidos para prohibir la cocaína. En un discurso en las Naciones Unidas el año pasado, declaró que el consumo de petróleo promovido por las potencias mundiales es más letal que la cocaína, y afirmó que la guerra contra las drogas ha fracasado.

Durante su visita a la Casa Blanca, Petro se abstuvo de criticar abiertamente a Estados Unidos. Después de la reunión les dijo a los reporteros que ambas partes dialogaron en torno a sus gestiones para una reforma agraria y para un cambio en la política antinarcóticos.

En un momento en que la producción de cocaína en Colombia sigue aumentando, el gobierno de Petro se ha mostrado renuente a erradicar los campos de coca plantados por pequeños agricultores. El mandatario colombiano dice que prefiere perseguir a los que lavan dinero y a los narcotraficantes a gran escala en lugar de quitarle su sustento a los campesinos que viven en zonas aisladas.

“Lo articulamos en medio de la construcción de una política sobre las drogas mucho más eficaz: que el campesinado pueda tener mejores garantías y condiciones para producir cualquier cosa diferente a la hoja de coca”, manifestó.

El nuevo enfoque ha sido criticado por funcionarios estadounidenses, que desde hace tiempo han abogado por la erradicación de los sembradíos de coca en Colombia como parte de las labores para socavar a los cárteles del narcotráfico y hacer que se debilite su poder en ciertas partes del país.

Con el fin de orquestar acuerdos de paz con grupos insurgentes, Colombia tendrá que cancelar las órdenes de arresto contra dirigentes rebeldes que son buscados en Estados Unidos bajo cargos de narcotráfico.

La nación sudamericana desea gastar millones de dólares en proyectos de desarrollo económico en áreas rurales que han padecido violencia desde hace mucho tiempo, y quiere apoyo estadounidense en ese frente.

Foto: Internet

Vía: Los Angeles Times

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