La noche del martes el mandatario se refirió en Twitter a un “replanteamiento del gobierno”, tras poner fin a alianzas con partidos tradicionales clave para el éxito de sus reformas.
En el poder desde el 7 de agosto, Petro no ha hecho realidad los cambios profundos que prometió en campaña sobre el sistema laboral, de salud, de pensiones y de justicia, entre otros. Los partidos Liberal, Conservador y de la U, que tomaron distancia con el gobierno el martes, han hecho reparos a sus iniciativas.
En un evento público, Petro aseguró que un “gobierno de emergencia” debía instalarse en Colombia “dado que el Congreso no fue capaz de aprobar unos simples artículos muy pacíficos” sobre la repartición equitativa de la tierra.
Petro había conformado un primer gabinete alejado de las fuerzas de izquierda que lo llevaron a la presidencia y optó por políticos de centro y derecha o académicos como el economista José Antonio Ocampo (Partido Liberal), a quien designó en la cartera de Hacienda.
En Defensa ubicó al investigador contra el crimen Iván Velásquez y en Relaciones Exteriores al conservador Álvaro Leyva, publica RFI.
Con el rompimiento de su coalición, el presidente @petrogustavo moverá fichas de su gabinete y puede:
➡️Terminar gobernando solamente con los suyos, el petrismo
➡️Presionar la aprobación de reformas desde la calle al quedarse sin mayorías en el CongresoVa hilo ? pic.twitter.com/BlqJl1kuXf
— La Silla Vacía (@lasillavacia) April 26, 2023
Otros como Alfonso Prada (Interior) y Guillermo Reyes (Transporte) tienen lazos con los partidos que ahora se oponen a las reformas del gobierno.
“La petición de renuncia tiene que ver con dos circunstancias”, analiza Mauricio Jaramillo, profesor de ciencias políticas de la Universidad del Rosario de Bogotá.
“Una, el presidente quiere enviar un mensaje a la ciudadanía de que hay presión sobre los ministros para que cumplan con los objetivos. Y lo segundo es sin duda una eventual recomposición de cara a las prioridades en materia de Salud, Trabajo y Pensiones.
Creo que el presidente lo que está diciendo es ‘si estos ministros no me garantizan la columna vertebral de mis reformas, voy a tener que cambiar’”, opina el politólogo, entrevistado por RFI.
Como alcalde de Bogotá (2012-2015) Petro enfrentó constantes cambios en su equipo de trabajo por renuncias o decisión propia. Sus opositores y algunos de sus exfuncionarios señalan su dificultad para trabajar en conjunto.
El 15 de febrero el mandatario pidió a sus simpatizantes salir a las calles para presionar la aprobación de sus reformas. Entonces advirtió desde un balcón de la presidencial Casa de Nariño que seguiría convocando a manifestaciones hasta que el “cambio” fuera una realidad.
El 28 de febrero cesó a tres de sus ministros, entre ellos el centrista Alejandro Gaviria, de la cartera de Educación, cuyas críticas a la reforma sanitaria propuesta por el gobierno se filtraron a la prensa.
También sacó del Ministerio del Deporte a la excampeona olímpica María Isabel Urrutia, acorralada por un escándalo de corrupción, y a Patricia Ariza de Cultura, sin justificar la decisión.
El terremoto en el gabinete representa la peor crisis en el interior del gobierno en poco más de nueve meses
Además del fracaso en el Congreso, Petro suma reveses en sus intentos de hacer la paz con todos los grupos armados ilegales del país. La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que adelanta negociaciones de paz, se negó a hacer parte de un cese al fuego bilateral planteado por el gobierno el 31 de diciembre.
El Clan del Golfo, el cartel más grande del narcotráfico, también participaba de la tregua pero el mandatario reactivó las operaciones militares contra esa organización tras ataques contra civiles y la fuerza pública.
Foto: AFP
Vía: RFI