¿Sale de la órbita del Kremlin uno de los aliados más antiguos de Rusia?

La llegada de soldados estadounidenses para un ejercicio de entrenamiento de fuerzas de paz en Armenia irritó al gobierno ruso, que durante décadas ha actuado como único garante de seguridad para la antigua república soviética.

El ejercicio “Eagle Partner”, de 10 días de duración, que comenzó el lunes, involucra a 85 soldados estadounidenses y 175 armenios y tiene como objetivo preparar a los armenios para participar en misiones internacionales de mantenimiento de la paz.

Las maniobras, aunque de pequeña escala, son las últimas de una serie que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia calificó de “acciones hostiles” adoptadas por su tradicional aliado.

Armenia envió recientemente ayuda humanitaria a Ucrania por primera vez, y su parlamento está a punto de ratificar el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, lo que significa que se vería obligado a arrestar al presidente de Rusia, Vladimir Putin, si pusiera un pie en el país, que Rusia ha considerado durante mucho tiempo como su propio patio trasero, publica CNN.

El coqueteo de Armenia con nuevos socios internacionales ha sido impulsado por su frustración porque Rusia no ha podido o no ha querido defenderla de lo que considera una agresión del vecino Azerbaiyán, y ha planteado dudas sobre la capacidad de Rusia para mantener su control sobre países y conflictos en todo lo que fue el antiguo imperio soviético.

El presidente de Armenia, Nikol Pashinyan, dijo que su país estaba empezando a probar los “frutos amargos” del “error estratégico” de confiar a Rusia la responsabilidad casi exclusiva de la defensa de su país.

“La arquitectura de seguridad de Armenia estaba vinculada en un 99,99% a Rusia”, dijo al periódico italiano La Repubblica a principios de este mes. “Pero hoy vemos que la propia Rusia necesita armas… Incluso si así lo desea, la Federación Rusa no puede satisfacer las necesidades de Armenia”.

Desde que Pashinyan llegó al poder en 2018 a raíz de la “Revolución de Terciopelo” de Armenia –un estallido de ira contra la persistente corrupción y el amiguismo en la antigua república soviética– su país ha enfrentado crecientes tensiones con Azerbaiyán.

El punto de conflicto más feroz es Nagorno-Karabaj, una región sin salida al mar en las montañas del Cáucaso que ha sido la causa de dos guerras entre vecinos en las últimas tres décadas, la más reciente en 2020. Nagorno-Karabaj es reconocida internacionalmente como parte de Azerbaiyán, pero sus habitantes son, en su mayoría, de etnia armenia.

El conflicto de 44 días del otoño de 2020 expuso la inferioridad militar de Armenia. Azerbaiyán, armado con drones y aviones de combate F-16 proporcionados por Turquía, obtuvo una victoria aplastante, reclamando alrededor de un tercio del territorio de Nagorno-Karabaj, además de atacar a Armenia propiamente dicha.

Rusia ayudó a poner fin a la guerra negociando un alto el fuego. El acuerdo preveía el despliegue de unos 2.000 cascos azules rusos en Nagorno-Karabaj para proteger el corredor de Lachin, la única carretera que lo une con Armenia.

Pero las fuerzas de paz rusas no han impedido que las tropas azerbaiyanas establezcan un puesto de control militar a lo largo del corredor de Lachin, impidiendo la importación de alimentos al enclave. Azerbaiyán ha negado haber creado un bloqueo, mientras que Rusia ha negado las acusaciones de inacción.

Militares azerbaiyanos hacen guardia en un puesto de control en el corredor de Lachin, que une la disputada región de Nagorno-Karabaj con Armenia. (Crédito: Tofik Babayev/AFP/Getty Images)

La incapacidad o falta de voluntad de Rusia para intervenir hizo que muchos en el gobierno de Armenia se sientan traicionados, según Vahram Ter-Matevosyan, profesor asociado de política exterior en la Universidad Americana de Armenia, con sede en la capital, Ereván.

“Armenia ha invertido 30 años de su independencia –incluso diría 200 años de su historia reciente– en creer firmemente que cuando llegue el momento y surja la necesidad, Rusia cumplirá con sus obligaciones estratégicas y defenderá a Armenia contra cualquier agresión extranjera. Eso no sucedió en 2020, ni en 2021, ni en 2022”, dijo a CNN.

Esta lealtad tuvo muchos costos autoinfligidos. “Armenia ha hecho casi todo lo que Rusia quería en los últimos 30 años”, dijo Ter-Matevosyan, incluido detener sus esfuerzos hacia la integración europea en 2013 después de que Moscú expresara su descontento.


Habiendo bailado al son de Moscú durante tanto tiempo, Ereván espera que cumpla con sus compromisos de seguridad, que Rusia pretende cumplir a través de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO, por sus siglas en inglés), una alianza militar de estados postsoviéticos, incluida Armenia. Pero en los últimos años ha habido una serie de promesas incumplidas, dicen los analistas.

“Rusia no cumplió sus promesas de asegurar el corredor de Lachin… Rusia no entregó las armas que Armenia compró a Rusia, Rusia no logró limitar el comportamiento expansionista y agresivo de Azerbaiyán contra Armenia”, dijo Ter-Matevosyan.

En respuesta, dijo, Armenia ha sentido que no tenía otra opción que diversificar su aparato de seguridad…………….

Articulo completo

 

Foto: Getty

Vía: CNN

¿Qué opinas al respecto?

Entrada siguiente

Declaración de La Habana del G77+China se contradice con realidad de Cuba

dom Sep 17 , 2023
Las alrededor de 114 delegaciones participantes en la cumbre del Grupo de los 77 y China en La Habana cerraron el evento el sábado con una declaración final en la […]

A %d blogueros les gusta esto: